"El Camino de Santiago y su concha vinculante" Día 2

Martes 18 de marzo, Baamonde - Miraz 17 km

Comenzamos nuestra ruta con un verdadero madrugón, nos levantamos sobre las 6:30 ya que nos han advertido que el albergue de Miraz, nuestro próximo destino, solo tiene 14 plazas y que corremos el riesgo de quedarnos sin sitio.

Es complicado vestirse y recoger sin encender la luz, todo sea por no molestar demasiado. A duras penas conseguimos estar listos para las 6:45 y cuando estamos a punto de salir del albergue para desayunar, nos damos cuenta que nuestro esfuerzo por no despertar a nadie ha sido en vano; suena una radio propiedad de los canarios y comienza la juerga de nuevo. ¡Si lo llegamos a saber no nos tomamos tantas molestias!

A las 7:00 de la mañana nos ponemos en marcha, Santiago nos espera....

Primer mojón encontrado en el camino. Concretamente en Baamonde(102,804 km) No os olvidéis de esta foto compañeros/as

Carretera... camino... un poco de todo para el primer día. A lo largo del trayecto pasamos por un bosque en el que encontramos una ermita con una fuente "milagreira" según el portugués, también paramos para hacer un hamaiketako y comernos más empanadas de las que nos trajo Maribel. Después de quedarnos helados debido a la parada continuamos la marcha hasta encontrarnos en una pequeña aldea una casa azul un tanto llamativa, ya no solo por su color, si no porque de fondo suena la Mandrágora y al lado de la puerta, que tiene forma de arco, hay un cartel presentando al dueño e invitando a pasar a todo aquel que le apetezca. Su nombre es Chacón y esculpe en piedra.

Nos debatimos entre pasar de largo o entrar en casa de Chacón y ante la posibilidad de perder la oportunidad de conocer a otro singular personaje nos adentramos en su hogar. Allí nos encontramos a un hombre con perilla, gorro de vaquero y chaleco que está tallando en piedra en una especie de taller que tiene en el jardín. Entablamos conversación y ante nuestra admiración por su trabajo, nos hace pasar al salón. Allí podemos observar que la columna central del salón está totalmente tallada con mil y una formas, hay tallas por todos los sitios y también pieles de animales que el mismo ha cazado, "ese estaba muy rico" nos dice, señalando una gran piel de jabalí.

Nos pregunta que de dónde somos y al decirle que de Bilbao nos dice que nos va a enseñar algo muy característico de esa zona ¡y va el tío y nos enseña el anagrama de ETA tallado en una piedra! Nuestra cara de asombro debe hablar por si sola porque rectifica y nos dice que tiene una mejor y nos señala una hoja de marihuana. Hay que reconocer que la piedra se las trae ya que se puede encontrar cualquier símbolo que se nos ocurra.

Nos enseña un recorte de periódico en el que aparece un elefante tallado de 3 toneladas, lo hizo él y nos cuenta que trabaja por encargo. Hay que reconocer que el tío es un artista por eso le preguntamos si tiene algo en alguna catedral o así. "¡yo con esos hijos de puta no quiero nada, para la iglesia y los gobernantes no trabajo!" Bien, llego la hora de marcharnos antes de que le digamos que somos un grupo de referencia y... ¡nos talle a nosotros!

Seguimos el camino y descubrimos que por aquellas tierras tienen casi más simpatía por nuestros políticos que aquí, y si no mirad la foto.

Llegamos a Miraz bastante pronto y el albergue aún está cerrado, así que nos tomamos algo en lo único que hay en toda la aldea, un bar de andar por casa de los que te hacen el café en puchero.

Cuando abren el albergue conocemos a los hospitaleros, un ingles y un irlandés que pertenecen al la Confraternidad de Saint James. El hombre ingles es mayor y se parece a Charlton Heston, parece que la dentadura le ajusta mal pero aun así consigue soltarnos un speech-adivinanza del copón (es lo que tiene no dominar el idioma, que da lugar a momentos más habituales en el party).

Llegada la hora de comer, nos sentamos en frente del bar y nos papeamos las empanadas que quedan. Mientras, nos preguntamos de donde sacaremos pan para el próximo día y ocurre lo que denominamos como "Milagro nº 1". Aparece una furgoneta vendiendo pan y aparca justo delante nuestro. Vale, alguien pensará... "pues vaya mierda de milagro, todo el mundo sabe que a los pueblos pequeños llevan el pan en furgoneta". Pues si, tenéis razón pero... ¡Coño, que son las 15:20 de la tarde!

Tras un rato allí sentados empezamos a comprender algunas costumbres gallegas, algo importante para nuestra interacción durante los días que nos quedan, observando a distintos personajes que pasan por el lugar. Por un lado, vemos que todo el mundo se habla a gritos, posiblemente se estén diciendo que se quieren mogollón pero vamos, parece que de un momento a otro se van a soltar una somanta de hostias... Además nos vamos dando cuenta que el gallego no es tan difícil. De una conversación de 200 palabras hemos entendido "tuburía" que suponemos será tubería (por lo del contexto y tal) y "mecagüendios" que está bastante claro a pesar de decirlo en gallego. Por otro lado, si entender la conversación de dos personas gallegas cerradas es curioso, no os imagináis lo que es una conversación entre el "Charlton Heston" ingles con la dentadura despegada y un señor gallego cerrado, sordo y de 94 años. Simplemente impresionante.

Jorge investigando las costumbres gallegas

Aprovechando que Miraz sigue quedando cerca de donde vive Maribel, nos recoge y nos lleva a visitar la Fortaleza San Paio de Narla, convertida en Museo etnográfico. Nos metemos los seis en su coche y bajo unas lluvias torrenciales nos plantamos allí a las 18:35, resulta que cierran a las 18:30 pero el hombre se apiada de nosotros/as y nos deja echar un vistazo rápido. Ásí que cual Flash, nos recorremos el castillo a toda leche maravillandonos con cada cosa.

Nos toca volver al albergue ya que a las 20:00 tenemos turno de cocina. Preparamos la cena mientras nos comemos una barra de salchichón y cenamos junto a las compañeras catalanas, donde entre todos/as hacemos un bonito alarde de fusión de culturas para criticar a los canarios del acordeón que nos encontramos en Baamonde. No sin razón, claro, entre unas y otras hemos descubierto que las maletas se las llevan en furgoneta, que les recogen en autobús y duermen en algún hotel... así que jode aun más que ocupasen tanto albergue y no dejasen echar la siesta por el puto acordeón. ¡Así yo también me hago el camino y te bailo un aurresku en cada sitio, no te...!

Bueno, nos vamos a la cama a las 21:30 casi sin darnos cuenta porque todo el mundo se acuesta, tampoco nos viene mal, mañana nos viene la etapa más larga, 27 km.

Nota: Eskerrik asko, Miriam, por el fabuloso diario. Sin él no me acordaría de la mitad de las cosas.