viernes, 28 de marzo de 2008

"El Camino de Santiago y su concha vinculante" Día 1

Lunes 17 de marzo, Barakaldo-Baamonde 580 km (en coche claro)

Me ha costado levantarme, no se que tiene la cama que me absorbe duerma las horas que duerma, ¿será una enfermedad? Menos mal que Naiara es responsable y casi me saca a patadas.

Otro día nublado, han anunciado mal tiempo para la Semana Santa, tengo la sensación de que la capa será la prenda más utilizada, ¡con lo que odio su puñetero choto!

Nuestros tres compis (Miriam, Eneko y Jorge) salen de Barakaldo algo antes de las 10:30 para recogernos en Portugalete, bueno mejor dicho en Santurtzi (es lo que tiene la independencia y aún así vivir en la frontera, jeje).

Por fin nos ponemos rumbo a nuestro destino siguiendo la flechita verde que el GPS de Eneko nos indica. ¡Que tecnología tenemos! te dice desde la próxima gasolinera hasta dónde tomar unas tapitas, y yo me pregunto... ¿Tendremos que echar mano de la guía de toda la vida? Se admiten apuestas.

Después de un largo rato cantando y charlando de todo tipo de temas, paramos a tomar algo en Ribadedeva, donde mantenemos una interesante charleta sobre literatura. Quién lo iba a decir, además de decir tonterías sabemos hablar en serio, jajaja.

Continuamos la marcha y entramos en Galicia, ¡lo rápido que se cuenta y las horas que te chupas en el coche! Así que como hemos cambiado de comunidad decidimos que es buen momento para comer (así escrito parece que parábamos cada cuarto de hora). Vemos un bar de carretera a nuestra izquierda y en una especie de cambio de sentido esperamos para poder pasar al aparcamiento. Presenciamos una escena digna de Youtube, aparece de la nada una moto de 450 por lo menos (eso no existe, ¿verdad?) dándole zapatilla, ¡Pero dónde va ese locoooo! gritamos todos/as, cuando giramos las cabezas y vemos una moto-triciclo a no más de 20 km/h conducida por un viejillo con cara de velocidad. ¡Que injustas las diferencias!Consecuencia de la escena... un coche que espera para cruzar parado a pesar de no venir nadie por la carretera, las risas no dejaban ni conducir.

Tras acordarnos de toda la familia de quien nos dijo que la autopista estaba totalmente acabada en Galicia (hemos perdido la cuenta de las veces que hemos entrado y salido de ella) paramos a ver las bonitas playas de "As Catedrais", bueno esa era la intención pero como hay unas cuantas playas juntas pues como que no acertamos.





Aquí Eneko y yo mirando al horizonte o espera creo que me equivocado ¿seremos los de esta otra foto?










¿Acaso veis mucha diferencia?


Por fin llegamos a Baamonde, durante el último tramo se han intercalado la lluvia y el sol, lo que nos ha hecho presenciar dos bonitos arco iris.

Localizamos el albergue y pasamos a instalarnos, no vemos a nadie pero oímos ruido en el piso de arriba. Aparece una señora y se da la siguiente conversación:

- Hola, perdone, ¿el hospitalero?

- Aquí no hay hospitalero... (muy seria) hay hospitalera, jeje

Bien, nos acabamos de bajar del coche y ya nos están vacilando, ésto promete.

La señora se llama Conchita y tras asignarnos habitación nos invita a visitar la iglesia de Santiago de Baamonde, pues se la va a enseñar a otros peregrinos. Es una iglesia pequeña con una imagen de Santiago Matamoros y una virgen con una (con todo el respeto del mundo) horrible peluca marrón. Fuera de la iglesia hay un enorme castaño muy original ya que tiene una talla en su interior y por todo el árbol, obra de un escultor que tiene por allí un museo (que no nos ha dado tiempo a ver, nos la apuntamos para la próxima).

Volvemos al albergue a registrarnos y nos encontramos con una macrodiscoteca a base de acordeón que un numeroso grupo de canarios tienen montada en el piso de arriba, nos ha hecho gracia la juerga, qué fortaleza para andar haciendo el camino...

Conocemos a nuestro compañero de habitación, un señor portugués que está haciendo el camino en bici. "Yo estoy muy cansado, si hay un incendio que me llamen los bomberos" nos suelta. Dudamos si lo que hemos oído era su acento portugués o que está mamado como una piedra.

Recibimos la visita de Maribel, una chica de Barakaldo compañera de Miriam y Jorge en su grupo, que lleva un tiempo viviendo en Friol, muy cerquita de Baamonde, ¡nos trae tres empanadas y distintos bollos de chocolate! surge por primera vez la expresión-onomatopeya "slurp" (vamos, salibeo a mansalva) que aparecerá en varias ocasiones a lo largo de la aventura.

Es la hora de la cena (no nos comimos la empanada, no) y vamos al Restaurante Galicia donde nos ha reservado nuestra amiga Conchita. Es un lugar muy rústico, donde nos ponemos hasta las patas de sopa, huevos con chorizo y tortilla de patatas, todo recién hecho. Nos atiende un señor muy amable con una larga barba blanca, Xoan Corral, que aparte de tratarnos muy bien nos recita algunos poemas "pequeñas verdades" como el los llama, de un libro que él ha escrito ". Disfrutamos de su compañía hasta el punto que la hospitalera nos llama al restaurante... ¡porque nos hemos pasado de la hora!

A pesar de las prisas, nos sacamos una foto con tan peculiar personaje y nos regala una tarjeta de su restaurante donde aparece un pequeño poema.

"Cando nacín en Galicia
Chamábanme neno rico
Como ía a ser pobre

Nacendo nun paraíso"
Xoan Corral

Se acabó lo que se daba, nos vamos a la cama con la sensación de que ya ha merecido la pena el viaje y con ganas de ver que nos depararán los siguientes días.

Jorge, Xoan Corral, Miriam, yo, Eneko y Naiara, tras degustar una deliciosa cena en el Restaurante Galicia

3 comentarios:

Aprendiz dijo...

Cómo están ustedes?

Biiiiiieeeeeeennnn

Anónimo dijo...

QUÉ GRANDE!

Aprendiz dijo...

Cabrón, sigo contando, ostias.