¿Qué pensabais que se me había olvidado seguir con el diario? ¡Pues no! pero últimamente estoy currando como un campeón y depender del interné del curro es una putada. Pero aquí continua esta bonita historia...
Jueves 20 de marzo, Sobrado dos Monxes-Arzúa 22 km.
Nos levantamos sin demasiada prisa y por fin, sacamos un momento para hacer un poquito de oración en la cocina del monasterio. Una cocina que de lo sucia que estaba yo creo que tenía vida propia. Vamos que si en vez de hacer una oración hacemos la "ouija", de allí salimos corriendo.
Después de ese momento de tranquilidad vamos a desayunar a un bar del pueblo en el que nos atiende una señora de lo más tranquila, tan tranquila que para cuando nos puso lo cruasanes eran de ayer. Hablando en serio, la señora era muy lenta pero es que los cruasanes eran del día anterior también, vamos que no es coña lo que digo. Se podría decir que el sitio era un poco cutre, ¡hasta tenía los vasos torcidos!
Testimonio gráfico del vaso
Una vez tomado el desayuno, compramos provisiones y hacemos unos estiramientos (muy profesionales nosotros/as). Total, que para cuando empezamos a andar son... ¡las 9:30 de la mañana!
Ya nos hemos puesto en marcha, (lo nuestro nos ha costado) estamos bastante cansados/as y al poco de empezar mi tobillo no resiste, así que me planteo andar en sandalias y con calcetines en plan "guiri-style" como dice Miriam. Por lo menos parece que aguanto.
Los 10 primeros kilómetros los hacemos bastante bien a pesar de los dolores, tal vez los paisajes ayudan en algunos momentos.
Naiara y Eneko con el palo que les sujetaba en medio de la selva
O tal vez fuese que casi tenemos que salir corriendo tras esta otra foto.
El caso es que lo peor llega después de descansar y si el descanso se llama "más de media hora tirados al sol comiendo salchichón" pues os podéis imaginar. De echo estamos tan tirados/as que nos adelantan la polaca y su amiga muda.
El resto del camino, aunque no es mucho, se nos hace muy duro y cuando llegamos a Arzúa donde el camino del norte se junta con el francés, nos damos cuenta de que nuestros días de tranquilidad se han acabado. ¡Aquí hay casi más peregrinos que en Santiago!
Conseguimos sitio en un albergue lleno de guiris, ponemos una lavadora, nos pegamos una duchita caliente y después de que Eneko cause furor con su corte de pelo, un guiri le dice: "¿puedo thomar una fhoto de thu pelho?", nos vamos a tomar unas cañitas.
Entramos en un bar cercano en el que nos ponemos tibios/as a Tarsios de Estrella Galicia y se produce otro de esos momentos de Jorge. Se le ocurre decir que nos podían poner algo para picar y al minuto nos traen unas tapas de lomo y chorizo, ¡manda huevos! Total que mientras bebemos y comemos nos jugamos un parchís para 6 jugadores en una partida interminable y que finalmente gano yo, como no podía ser menos, jeje.
Cuando salimos ha anochecido y decidimos ir a cenar, para variar nos ponemos ciegos por 30 €.
Un día más de camino que tener en el recuerdo.
3 comentarios:
Cuanto tiempo hace ya de aquello...
Que día más completo aquel, pasaron tantas cosas interesantes...
Si que hace tiempo si. Y con lo que tardo en escribir igual para cuando acabe el diario hemos hecho otro viaje!
Las cosas se disfrutan más en pequeñas dosis, así parece que dura...
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