Desesperante

Hasta hoy había querido mantener mi blog al margen de la desfasada y caducada organización terrorista ETA, pero reflexionando sobre los últimos acontecimientos me he sentido obligado a mostrar mi preocupación y mi total rechazo tanto a esta banda (esta palabra la tenéis que leer con el tono más desagradable que os salga para leer el post tal y como está escrito) y a aquello que la rodea.

Me gusta que haya diferentes opiniones en torno a las cosas, me parece enriquecedor y creo en los debates para llegar a solventar situaciones complicadas. Pero lo que no puedo comprender es la necesidad de imponer ideas a toda costa sin importar los medios que lleven a ello.

La violencia no es ninguna vía de solución y es por esto por lo que algunos dicen que ETA está derrotada, pero sin ninguna duda, quien esta derrotada es esta sociedad que no es capaz de unirse para intentar buscar soluciones a problemas que tienen como una de sus consecuencias acciones de mentes cuadriculadas que solo causan terror.

Me parece lamentable que sigan sucediendo atentados y a veces me planteo las razones de estos y a quién benefician. Lo que está claro es que no al pueblo de Euskal Herria y con pueblo me refiero a todas las personas que habiendo nacido aquí o no lo sentimos como nuestro sin entrar en dónde o cómo colocamos las fronteras que delimiten una nación dentro de un mapa y sin necesidad de empuñar arma alguna. Hablo de esa Euskal Herria llena de montes, caseríos, playas, parajes increíbles, gentes amables y hospitalarias, de grandes ciudades, de edificios (por cierto, a mi parecer, algunos un poco feos) pero con un encanto indescriptible; esa es la Euskal Herria que yo quiero.

¿Acaso con las armas se consigue algo? se lleva viendo largos años que no, a pesar que algunas personas también se obcequen en decir lo contrario y ya no me refiero solo a los iluminados de ETA, si no a todas las personas que intentan sacar beneficio de la banda y que por desgracia cada vez son más.

Sinceramente creo que tanto algunos partidos políticos como asociaciones de víctimas llevan tiempo utilizando a la banda con fines electoralistas sin ningún temor y a la ciudadanía de a píe nos está cansando.

No entiendo mucho de política aunque admito que cada vez me interesa más, pero me interesa la política que intenta trabajar por las personas sin pedir el carné de identidad, ni la cuenta bancaria. El clima político actual me parece de lo más triste, mientras algunas familias aún lloran los últimos muertos y casi al tiempo que en Sestao destrozan los comercios de vecinos que intentan ganarse la vida, algunos partidos políticos se pelean por demostrar quién condeno antes el último atentado (con lo fácil que es admitir que a todos nos duelen estas acciones) y otro partido invita a su congreso a alguien que no es capaz de mostrar solidaridad con quienes sufren y que muestra en sus discursos una agresividad digna de un matón de la mafia.

Unos dicen que ETA tiene que dejar las armas para que empiece el dialogo, otros que hay hacer referéndum sobre no sabemos muy bien qué. Yo digo que ETA es una cosa y el debate político es otra ¿o es que acaso hay que negociar con asesinos?

No lo creo, pero si creo que hay mucha gente que tiene distintas opiniones y que no empuñan pistolas y son esas personas quienes tienen que construir un lugar libre de toda violencia.

De verdad, hay cosas que no entiendo, seguiré defendiendo la diversidad de opiniones vaya donde vaya y seguiré proclamando que el dialogo es el único medio posible para desbloquear conflictos pero conflictos sin pistolas en la mesa.

Creo que tenemos varios problemas. Por una un lado, ser parte de un juego de poder que hace enriquecerse a muchas personas. Por otro, una banda de desequilibrados que no tienen muy claro ya a que juegan, ya que su forma de luchar no tiene sentido.

Es posible que algunas de las cosas que digo lleven a equívocos o mal interpretaciones o simplemente que no se esté de acuerdo con lo que digo, pero es una simple reflexión de alguien que está cansado de muchas cosas.