martes, 25 de agosto de 2009

Ecuador (ya no se que parte) Miércoles

No era mi intención escribir día por día pero casi sin quererlo veo que estoy metiendo unas chapas… pues aquí va otra!!!
El miércoles tenía que ir a Tamarindos, lo que quiere decir que me tocaba otro viaje en canoa, ésta vez de día.


Viajando en la canoa

A las 8 de la mañana estaba cruzando el río. Es curioso como se tienen que apañar en estos recintos que están un poco escondidos. Mientras pasábamos nos cruzamos con una balsa en la que iba una familia y llevaban la moto para luego poder desplazarse. La foto no tiene desperdicio.

Cruzando la moto en la balsa


Nos pasamos toda la mañana haciendo visitas en busca de los jóvenes; otra vez, no fueron demasiados los que nos encontramos pero las casi 4 o 5 horas de conversación con el hombre que me acompaño desde luego merecieron la pena. No solo nos abren las puertas de sus casas, también las de sus corazones y nos hacen pasar hasta dentro. Fue una conversación de amigos entre dos completos desconocidos. Me hizo sentir su dolor por las perrerías que le había hecho la vida, su alegría por haber superado los malos momentos y su ilusión de querer prosperar, aprender, continuar con su vida para dar lo mejor a sus hijas, a su nietecita (que es una pocholada), a su mujer y también a la comunidad de la que forma parte como coordinador. No puedo evitar emocionarme al recordarlo, como no pude contener las lágrimas en algunos momentos de la conversación. En algún momento he dicho que la experiencia de éste año no está siendo como esperaba, pero he de reconocer que cosas como ésta sin duda merecen la pena.

También conversamos de mi tierra, de la suya, de las cosas comunes, de las diferencias y entre todo eso me di cuenta que compartíamos por encima de todo la ilusión por cambiar las cosas, cada uno desde nuestro sitio haciendo lo poco que podemos. Compartí con él y su familia el rato hasta la hora de la reunión. Mientras, vino Irantzu, que un día más se animaba a acompañarme en la reunión cosa que le agradecía, también es cierto que ella no tenía otro plan mejor, jeje.

La reunión fue curiosa, los jóvenes tenían colegio hasta las 17:30 y quedamos a las 16:00 con el permiso de los profesores. Cogerles de esa manera tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado fue una reunión multitudinaria, con nosotros dos, estábamos 35 personas pero claro fue como un secuestro, porque allí ya no tenían escapatoria, de modo que salió alguna cosa interesante pero la gran mayoría no mostró demasiado interés.

Merendamos algo corriendo el riesgo de tener que pelear con Doña Rosa después, ante la posibilidad de tener que merendar dos veces. Salimos victoriosos no sin esfuerzo. Y otro día más, bañito y charla hasta las mil, creo que nos han tomado por locos, ya que nos acostábamos los primeros y nos dormíamos los últimos tras varias horas de conversación.

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